domingo, 15 de mayo de 2016

Pentecostes





El Espíritu santo, el Gran Desconocido cuando tendría que estar presente en cada minuto de nuestra vida, ser al que primero le rezamos al levantarnos. 

Él nos da las fuerzas, la claridad de mente y corazón, las energías para ser buenos cristianos.

Es el aire que respiramos cuando estamos cerca de Dios, es el combustible que necesitamos para acercarnos más a Dios.

Que hoy deje de ser el Gran Desconocido para pasar a ser el motor que ilumina nuestro camino y llena de energía nuestra mente y nuestro corazón.